martes, 14 de diciembre de 2010

EL FUTURO DE PRISA

El diario EL PAÍS nació con la democracia y la Constitución. Con el triunfo histórico de los socialistas en el año 1982, se consumó el maridaje entre Felipe González y Juan Luis Cebrián. Periodista progresista y gobernante socialista. Esta contaminación forzada entre el Gobierno y el Cuarto Poder, creó un hábito perverso que su inercia llego hasta nuestros días. Los periodistas del grupo aún tienen como objetico gestionar la agenda del Gobierno de turno, aunque el inquilino de La Moncloa es José Luis Rodríguez Zapatero, poco propicio a seguir y compartir los dictados de los medios. Han pasado más de tres décadas y aquel medio, punto de referencia de la democracia española, ha conseguido ser un imperio que abarca prensa, radio, televisión y por supuesto Internet. Pero aquel buque insignia pilotado por El Libro de Estilo El País, ha hecho aguas en aspectos claramente éticos. Entre sus líneas de negocio, ha gozado de buena salud económica, los ingresos relativos a la prostitución. Un Gobierno débil ante esta perversión y la complicidad necesaria de la totalidad de los profesionales de radio, prensa y televisión, cada día propician que se siga asaltando la dignidad de la mujer, en manos de los proxenetas. En época de crisis, lejos de autocensurarse, como lo hizo con el tema del boxeo, han mantenido el negocio y han resuelto sus numerosas deudas de una forma más neoliberal y especulativa. A pesar de la puesta en escena del ilustre académico, llamando las cosas no como son, sino como convienen al tándem Polanco-Cebrián que sean. Una empresa americana, líder en alta tecnología, compraba acciones que constituían un aumento de capital, y consejeros independientes nutrían el nuevo consejo de administración. Esta misma situación era contada por otros medios; acercándose más a la triste realidad. Liberty Acquisition Holdings, empresa especuladora y vinculada al Partido Demócrata, se convertía en el nuevo dueño de PRISA, con un 70% de las acciones. Como consecuencia, EL PAÍS, ahora, se codea con los magnates de la prensa mundial y le conceden la distribución de los cables de la diplomacia americana, por la Web Wikileaks de Julian Assange. Pero el grupo, no solamente ha saldado sus deudas con la aportación de los especuladores Martin E. Franklin y Nicolas Berggruem, sino que debe de pagar un fuerte peaje, dejando por el camino CNN y CUATRO. La primera se había convertido en un canal de noticias, dentro de lo posible independiente y dando una amplia cobertura de entrevistas, tertulias y noticias a lo largo de las 24 horas. Y la segunda casi había conseguido eludir por completo la telebasura. Ahora resulta desolador que el futuro de gigantes de la comunicación española, que tan buen servicio y fidelidad han prestado al grupo; incluyendo sus silencios cómplices en el tema de los anuncios de la prostitución, ahora se vean arrollados, también, por los mercados. El corporativismo y el temor a perder su trabajo, amordazaron y vetaron en sus tertulias y debates, este perverso asunto. Salvando las distancias, obtendrán la misma respuesta, que el imperio romano dio a los tres emisarios que mataron a Viriato: Áudax, Ditalco y Minuru. Pedro Taracena Gil

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