sábado, 15 de enero de 2011

LA DEFENSORA DEL PUEBLO QUE NO DEFIENDE


Las intervenciones que esta dama ha dispensado a la opinión pública, no pueden ser más desafortunadas y desacertadas. Con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, podríamos decir sin faltar el respeto a la institución, que más que estar en funciones es una usurpadora de las mismas. Las declaraciones que ha realizado sobre la Ley Antitabaco, colocan al Defensor del Pueblo, a nivel de tertulias de café. Haciendo estas valoraciones no necesitamos que nadie nos defienda; cuando se olvida de lo más fundamental que es la defensa del derecho a la salud de los no fumadores, de los niños y menores de edad. Y sobre la legalización de la prostitución, la opinión de la funcionaria pública más importante de la institución; regulando la prostitución que la convierte en una actividad lucrativa, no libera a la mujer del atropello que sufre en su dignidad humana y sus derechos fundamentales de igualdad con el hombre. Sin poner en duda la respetabilidad del Defensor del Pueblo y su histórica eficacia, es urgente acabar con la interinidad de su principal responsable, el pueblo a quien pretende defender se lo agradecerá.

Pedro Taracena Gil

No hay comentarios:

Publicar un comentario