martes, 27 de septiembre de 2011

EL ORIGEN DE LAS CRISIS

Es de aceptación universal, que para saber dónde ir es necesario saber de dónde venimos, pues bien el Centro de Estudios del FMI ha realizado un informe cuyos datos son concluyentes: Una de las causas más importantes de la actual crisis es el crecimiento de las desigualdades sociales, la gran concentración de las rentas en los sectores más adinerados, rentas que provienen sobre todo de las rentas del capital, a costa de las rentas de los ciudadanos cuyas rentas proceden principalmente del trabajo, ha determinado un descenso muy notable de la capacidad adquisitiva de la mayoría de la población, forzándola a endeudarse, e incrementado las desigualdades hasta límites insostenibles por el sistema. El informe demuestra que a mayor crecimiento de la concentración de las rentas en unas pocas manos mayor endeudamiento del resto de la población, y mayor tamaño del sector financiero. Increíblemente el FMI ignora en sus posiciones oficiales lo que los datos e informes de sus departamentos de mayor nivel técnico e intelectual indican.En un tiempo en que, en contra de la creencia general, la desigualdad social era más reducida, Rousseau se interesó por el tema de la desigualdad y llego a algunas conclusiones que hoy son muy pertinentes. Sostenía que la desigualdad social y política no es natural, que no deriva de una voluntad divina y que tampoco es una consecuencia de la diferencia natural entre los hombres, que, por el contrario, su origen es el resultado de la propiedad privada y de los abusos de aquellos que se apropian para sí de la riqueza del mundo y de los beneficios privados que derivan de esa apropiación. Los actuales sostenedores de la filosofía neocon, confunden, interesadamente, diferencia y desigualdad, intentando que la población menos formada acepte como natural un fenómeno de la desigualdad de oportunidades.Actualmente, las naciones de todo el mundo se esfuerzan por reconstruir economías avanzadas. Lo que no han entendido claramente la mayoría de los líderes empresariales, políticos y civiles es un hecho muy sencillo: que una economía avanzada necesita una sociedad avanzada. Cada economía es producto de su sociedad y depende de sus instituciones más básicas.A la vista de los datos de propio FMI y lo que la historia, al menos desde Rousseau, ha venido demostrando, la sociedad que quiera ser avanzada y sus instituciones deberían actuar en la corrección de los factores principales de la crisis que nos asola. Justo en la dirección contraria a la que señalan las mayoría de las medidas que se nos aplican, por indicación del “dios” mercado. Septiembre de 2011. Isidoro Gracia exdiputado socialista

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