La “vida en la mentira” y la “vida en la verdad”
El libro El poder de los sin poder, escrito en 1978 por Václav Havel, expresidente de Checoslovaquia, recientemente desaparecido, hace una reflexión sobre la actitud del ciudadano disidente en los regímenes que él denomina como sistemas postotalitarios. Salvando las distancias sobre todo en las formas legales, entre las dictaduras de la antigua Checoslovaquia y la dictadura franquista en referencia con la Transición, hay un paralelismo que nos puede aportar algunas reflexiones, si tenemos voluntad de encontrar salidas razonadas con ánimo conciliador. Durante el totalitarismo franquista, el pueblo soportaba una tiranía que nada era lo que parecía. Para subsistir el ciudadano soportaba la “vida en la mentira” y evitaba así complicaciones. Sólo los disidentes daban con sus huesos en prisión. Cuando llega la democracia en España y se convierte en un Estado de derecho, el ciudadano recupera sus derechos humanos y abandona la “vida en la mentira” y experimenta por primera vez la “vida en la vedad”. Tanto los checos y eslovacos, como los españoles lo hemos vivido en nuestras propias carnes. A pesar de más de treinta años de Constitución, es innegable que en España el divorcio entre la democracia formal y real, tiene evidencias de la “vida en la mentira”. El Gobierno se aleja de la Constitución aconfesional y se acerca a la “vida en la mentira”, cuando obra según los dictados de la Iglesia. Permanece en la “vida en la mentira” mientras el Gobierno no condene al franquismo en todas sus formas; quebrando el pacto constitucional y recluyendo al ostracismo a sus víctimas. Los gobiernos anteriores de corte socialista también han permanecido en la “vida de la mentira”, bajo el estigma de la Transición.
La Europa de las finanzas y la Europa de la Unión, perseveran de forma perversa en la “vida de la mentira” porque no cumplen con su deber de proteger al más débil. Las televisiones del mundo entero han divulgado la puesta en escena de esta dualidad perversa. Un edificio en llamas, los atenienses apaleados por la policía y los representantes del pueblo firmando su complicidad con el imperio del dinero. Nunca se ha presentado de forma tan nítida la evidencia de que todas las instituciones europeas y mundiales se han instalado en la “vida en la mentira”. Y como consecuencia el pueblo jamás ha soportado como ahora la “vida en la verdad”, extorsionado por el despotismo y la opresión de la “vida en la mentira”. El imperio de la “vida en la mentira” está hoy instalada en España, a través de: El aniquilamiento de Garzón por las fuerzas conservadoras y no conservadoras. El acuartelamiento de los franquistas en el Tribunal Supremo. En un Gobierno instalado en la fosilización de la Constitución. En el Parlamento que no representa la participación real. En la descalificación hacia los sindicatos por parte del empresariado y el Gobierno. El desprecio por las trabajadoras y trabajadores y la persecución de todos los movimientos reivindicativos de la democracia real, en particular del 15-M. La tragedia se cierne sobre el oprimido y el primer muerto lo podrán los parias a quienes secuestran la “vida en la verdad”.
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