sábado, 31 de mayo de 2014

CUESTIÓN DE APELLIDOS


Es algo muy curioso, ¿verdad?




  
En las últimas horas viene circulando por las redes sociales un mapa de España en el que aparece consignado el apellido más frecuente en cada provincia. El resultado es sorprendente, en un país en el que apenas hacemos otra cosa que hablar de división y nacionalismo.



Los García son una nación

Podría decirse que los García son una nación, que España es una familia, que aquí todos somos hermanos. El resultado es tan llamativo que nos hemos preguntado si no sería falso. Pero no, basta con consultar los apellidos más frecuentes por provincia en la web del Instituto Nacional de Estadística para comprobar que el mapa es correcto.

¿Quiere saber cuáles son los 10 apellidos más frecuentes en Navarra si es usted nacionalista? Pues la respuesta, de más a menos, es: García, Martínez, Pérez, Jiménez, López, Fernández, González, Sánchez, Rodríguez y Ruiz.

¿Y en Guipúzcoa?

García, González, Rodríguez, Fernández, Sánchez, Pérez, Martínez, López, Martín y Gómez. Lo que da lugar a abracadabrantes mestizajes como Jasone Pérez, Okerruri López, Iraultza García, Garikoitz Fernández, o Idauze Martínez. Todo muy euskaldún, como se puede ver.

 Documentación anónima colgada en Internet.


jueves, 29 de mayo de 2014

LAS “PRIMARIAS” VIRTUDES, DEFECTOS Y RIESGOS





Por Isidoro Gracia
Exdiputado

Hace algunos meses publiqué un artículo en el que analizando distintos sistemas electorales llegaba a una doble conclusión: 1 – Ningún sistema electoral es perfecto desde el punto de vista democrático y 2 – Continuará. En esto estamos y la moda es discutir sobre Primarias.
Sin duda debido al shock producido por los resultados de las Elecciones Europeas, analistas supuestos expertos, políticos en activo, militantes, simpatizantes y, lo que resulta kafkiano, abstencionistas declarados, apoyan con entusiasmo primarias, primarias abiertas, primarias antes que congresos, congresos antes que primarias, y variantes diversas. No parece haber lugar a un mínimo de argumentos, salvo el de mayor participación de los ciudadanos para un mayor compromiso de los mismos, el resto parece una cuestión de fe, se cree en el efecto taumatúrgico de cualquier primaria.
Atención, cierto es que las primarias pueden servir para mejorar el funcionamiento democrático de Partidos y Organismos como los Gobiernos, Parlamentos, etc., pero no es menos cierto que no es una opción libre de riesgos, e incluso peligrosa para la propia Democracia, si no se efectúan con unas garantías exigentes.
Partidos.- Empecemos por el ámbito de los Partidos. La virtud a aplaudir es que a mayor participación, de los que tienen algún compromiso adquirido con el ideario o programa de un partido, mayor apoyo activo será de esperar. El primer defecto es que el sistema siempre obliga a debatir, y lo que debería ser virtuoso, a los ojos ajenos se convierte en combustible de los adversarios que acusaran de división e inestabilidad. Por cierto algún requisito, mayor que pagar 2 , será necesario exigir a los “simpatizantes” para que no se infiltre la competencia. Ninguna empresa de éxito dejaría decisiones importantes a quien no fuera su socio. Los Congresos han sido garantía de democracia similares a las primarias, eso sí también con sus limitaciones




Candidaturas.- Salvo que exista algún registro oficial que evite dobles, o múltiples, compromisos, un mismo votante podrá apostar simultáneamente por candidatos  de derechas, de izquierdas, de centro y extremos. Inaceptable para una democracia sana.
Otros ámbitos.- Tomemos un ayuntamiento de cierta importancia, en el que exista una empresa con un número importante de trabajadores, cuyo salario depende del humor del empresario, ¿qué impide que, con una muy modesta inversión, la lista de “simpatizantes” sea suficientemente importante para colocar como candidato a alcalde alguien próximo al empresario?
El PSOE tiene unos 200.000 afiliados, si las primarias son “abiertas”, “completamente abiertas” como algunos reclaman, con menos de un millón de se puede casi garantizar candidatos para cualquier nivel, el único requisito adicional, para conseguirlo,  es tener un colectivo ciudadano cautivo o dependiente sobre el que actuar. ¿Cuántos bancos, multinacionales y simples inversores, están en condiciones de caer en la tentación? No es necesario comentar que menor número de militantes más fácilmente los candidatos de los partidos los pueden poner los que tienen medios. Si no se toman fuertes precauciones y cautelas, incluso en los ámbitos más amplios los candidatos a: grandes Ayuntamientos, CCAA, Estados e incluso a la UE, con sus 500 millones de ciudadanos, quedaran al alcance de grupos, lobbies y otros actores, cuya respetabilidad democrática es mucho más discutible que la de los “aparatos” de los partidos.
Seguiremos informando.


viernes, 23 de mayo de 2014

MIERDA


La mierda nacional no es una broma es una tragedia...

Por Pedro Taracena




Sí, ya sé que es un vocablo mal sonante, burdo, sucio, totalmente sin cualidades. Atribuible en situaciones límite a personas, acciones o cosas. La Real Academia Española concede escasas acepciones a este significativo segmento del discurso o parte de la oración. No obstante, esta limitación se ve sobrepasada por la riqueza de matices y calificaciones que el vulgo otorga a tan expresiva palabra, con despectivo y variado significado. Es obvio que por razones estéticas literarias o de buena educación, se encuentre desterrada de la lengua escrita, salvo cuando haya sido noticia siempre en clave negativa. No toma parte del lenguaje literario o periodístico, salvo en circunstancias cuyo guión así lo exija.
Es una expresión que evacua ira, desprecio, denuncia, indignación, insulto y un sinfín de epítetos, todos ellos utilizados como desahogo de una situación agresiva, molesta o insultante… Sin olvidarnos de las frases que la contienen para expresar humor. Es un comodín que sirve para todo y para todos. Muy utilizado en idioma coloquial patrimonio de todas las clases sociales, sin distinción de género…
Esta introducción es quizás innecesaria pero práctica para mi ubicación personal en este artículo. La situación política, social y económica que acontece en España y que han provocado los políticos, los empresarios, los banqueros, los obispos y la institución monárquica, han indignado a la mayoría de los ciudadanos. Y cada cual ha definido a su manera el empleo que le ofrecen, el desahucio que padece, la educación que le recortan, la sanidad que le cercenan, la política que soporta, la corrupción que le escandaliza, la verdad que le ocultan y la mentira que le predican. Son infinitas definiciones pero todas ellas convergen en el mismo innombrable sustantivo, exclamado como  interjección vulgar. Pero a su vez el más apropiado de los adjetivos siendo un nombre al cual califica.
El pueblo puede calificar a cada institución, a cada ciudadano con responsabilidad pública, hasta el mismísimo Rey de España, con la palabra que defina con más amplitud de matices, su concepto de la decencia, la moral, la ética, la política y cualquier acción u omisión. Y quien esté libre de este calificativo que tire la primera piedra…




GUERNICA

BOSQUE DE ZILBETI


AZNAR ES UN MIERDA
Manu Sánchez


Solo hay una cosa peor que ser un cabrón, ser un mierda. Los malos de las pelis quieren conquistar el mundo, tienen una causa para su maldad: la venganza, el dinero, el poder, y una cicatriz en el ojo que se la haría de chico precisamente por eso, por malo. A los malos la gente los recuerda, hay quien los admira, los envidia e incluso hay quien cree que no son tan malos; hay algo noble en esos malos que creen hacer el bien a su manera. …y es que en el fondo no hay nada más malo que un bueno equivocado, ni nada más peligroso que el bien impartido por un gilipollas. Que Hitler creía estar haciendo grande a Alemania, y me lo imagino ahora delante de una peli de nazis relatando por bajini por debajo del bigotito: -“No si verás, si al final resulta que voy a ser yo el maleng”. 
Solo hay una cosa peor que ser un malo, ser un mierda. Los malos en las películas tienen carisma, liderazgo, y hasta un discurso soberbio con el que humillar al bueno antes de matarlo, los malos tienen hasta inocencia (¡chiquillo no charles tantos, que al final van a llegar los amigos del bueno pa salvarlo!). Y es que Los malos son los buenos para los malos, y los buenos son los malos de los malos, a veces los malos son buenos con los malos y los buenos son malos con los malos. Pero solo hay una cosa peor que ser un malo, ser un mierda…porque los mierdas son mierdas para todo el mundo. Y Aznar es un mierda. 
Hay que ser muy malo para llevar a tu país a una guerra ilegal por petróleo, pero hay que ser muy mierda para que el petróleo sea para otro. Y Aznar es muy mierda.
Hay que ser muy malo para ir a la guerra, pero hay que ser muy mierda para ir, y seguir diciendo que no has ido. Y Aznar es muy mierda.
Hay que ser muy malo para enviar a tus jóvenes a morir, pero hay que ser muy mierda para mandarlos a morir en “misión de paz”, que lo único que significa es que nunca podrán disparar primero. Y Aznar es muy mierda.
Hay que ser muy malo para inventarse que había armas de destrucción masiva, pero para jurarle a tus soldados que morirán por encontrarlas hay que ser muy mierda. Y Aznar es muy mierda.
Hay que ser muy malo para asesinar periodistas que denuncian tu mentira, pero hay que ser muy mierda para permitir que esos periodistas sean de los tuyos. Y Aznar, Aznar es muy mierda.
Hay que ser un buen malo para dar la cara cuando todo se destapa y un buen mierda para esconderse. Y Aznar… Aznar es muy buen mierda.
Hay que ser un gran malo para invadir otro país y muy mierda para mentirle al tuyo. Y Aznar es un gran mierda.
Hay que ser muy malo para que atenten en tu casa contra tu gente, tu pueblo y tus trenes los que son todavía más malos que tú, hay que ser muy mierda para esconder a esos malos por no perder unas elecciones. Y Aznar es muy, muy mierda.
Hay que ser malo, malísimo para querer conquistar el mundo con guerras preventivas, pero hay que ser muy mierda para formar parte de esa mierda solo por curar tus complejos. Y Aznar es mierda, mierdísima.
Hay que ser muy malo para salir en la foto del trío de las Azores, pero hay que ser muy mierda para que en la foto fuesen cuatro y a ti te recorten como cuando aquí recortamos al de Portugal. Y es que Aznar hasta recortado…es muy mierda.
Hay que ser muy malo para ir en contra del líder de tu propio partido, pero que hasta eso te salga mal, es de ser muy mierda.
Hay que ser malo para ser Rodrigo Rato, pero que Rato fuese tu mejor hombre, es de ser muy mierda. Y Aznar es un mierda para rato. 
Que solo hay una cosa peor que ser un malo, ser un cabrón. Que los malos se sirven de los cabrones, esos esbirros leales con talento de tronista que solo quieren sangre y dinero. Pero solo hay una cosa peor que ser un cabrón, ser un mierda. Ese que se vende a última hora, traidor de los suyos, el que jura una cosa y la contraria…ese que mira en los bolsillos de sus muertos en las películas por si les queda tabaco en las películas, el que mata al chiquillo desarmado y pone los pies sobre la mesa y sigue trabajando en elloooou… el que lleva a su gente a la guerra por salir en una foto, y curar sus complejos de malo, sin llegar a cabrón y quedándose en mierda. Y es que Aznar… Aznar es muy mierda. 
Fdo: Uno que perdió gente en estas guerras a las por lo visto nunca fuimos, y que luchará contra los mierdas, aunque lo de Aznar sea una guerra perdida. Y que le pide perdón a las mierdas por si las ofendí, porque ser mierda no es malo, a fin de cuentas peor sería ser Aznar.







sábado, 17 de mayo de 2014

FELIPE GONZÁLEZ: EL REY DE LAS CLOACAS ENTRA EN CAMPAÑA



Por: RAFAEL NARBONA




El ex Presidente Felipe González se ha manifestado a favor de una coalición entre el PP y el PSOE: “Si el país lo necesita, lo deben hacer”. Imagino que el principal fontanero de la Transición se expresó de la misma manera cuando se entrevistó con Manuel Fraga para obtener su apoyo en la guerra sucia contra ETA. Al parecer, Fraga le contestó que aprobaba su estrategia y que jamás afearía su decisión. El responsable de la masacre de Vitoria-Gasteiz y los asesinatos de Montejurra ya estaba familiarizado con el terrorismo de estado y no le importaba mancharse las manos de sangre una vez más. Felipe González agradeció su colaboración y ordenó que comenzaran los atentados, tal vez con el conocimiento de la Casa Real, pues el CESID siempre informaba en primer lugar a Juan Carlos I y parece improbable que desconociera una operación cocinada en la cúpula del poder. El ex policía José Amedo siempre ha afirmado que González fue el creador de los GAL y que levantaba el pulgar cada vez que le informaban de un asesinato. Creo que ese gesto refleja la magnitud de su miseria moral como político y ser humano.




En 1982, Felipe González capitalizó los votos de la izquierda. Nadie imaginaba que aplicaría un durísimo ajuste económico, basado en una feroz reconversión industrial, la creación de los contratos basura, el recorte de las prestaciones de desempleo, la legalización de las empresas de trabajo temporal y el fin de las subvenciones de ciertos medicamentos prescritos por la Seguridad Social (el famoso “medicamentazo”). Incumpliendo sus promesas electorales, Felipe González consiguió la plena integración de España en la OTAN y envió tropas a la Primera Guerra del Golfo en 1991, prestando bases y aeropuertos para los bombardeos de Irak, donde murieron al menos 5.000 civiles y unos 30.000 combatientes iraquíes, casi siempre aniquilados por la maquinaria bélica norteamericana sin ofrecerles la oportunidad de rendirse. Los escándalos de corrupción, el encarcelamiento de los insumisos al Servicio Militar y a la Prestación Social Sustitutoria (casi siempre en régimen FIES, creado en 1989 por Antoni Asunción, Ministro de Interior), la dispersión penitenciaria y el terrorismo de Estado completan un cuadro desolador que malogró los sueños de un socialismo real y revolucionario. No está de más recordar los casos de Lasa y Zabala, ambos de veinte años, secuestrados en Francia, torturados en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo y asesinados a sangre fría por los agentes Enrique Dorado y Felipe Bayo, cumpliendo órdenes directas del general Galindo y el socialista Julen Elgorriaga, Gobernador Civil de Guipúzcoa. También hay que incluir en el catálogo de infamias del gobierno de Felipe González la muerte de José Manuel Sevillano Martín, militante del GRAPO que mantuvo una huelga de hambre de 175 días, pidiendo el fin de la dispersión penitenciaria. Enrique Múgica, Ministro de Justicia, declaró que “la huelga de hambre era ficticia” y que se mantendría la dispersión “por justa y necesaria”. Cuando falleció Sevillano, extenuado tras dos infartos y horribles sufrimientos físicos y psíquicos, se prohibió a su mujer y a su hija Aida que se despidieran de sus restos mortales.


En los ochenta, la tortura era el procedimiento ordinario de las Fuerzas de Seguridad del Estado, según los testimonios del prestigioso antropólogo Francisco Etxeberria. No se torturaba tan solo a los militantes de ETA. El simple chorizo que robaba un radiocasete también sufría malos tratos en las comisarías de la Policía o en los cuarteles de la Guardia Civil. Sería injusto atribuir a Felipe González la implantación de un método que se había aplicado sistemáticamente desde la primera hora de la sublevación militar de 1936. Lejos de acabar con esa lacra, Felipe González proporcionó nuevos instrumentos para perpetuar la tortura. La Ley Orgánica 9/1984 –aún vigente- estableció un período de incomunicación de cinco días prorrogables hasta trece. En ese tiempo, el detenido no puede hablar con un abogado ni con un médico de su elección y ni siquiera su familia es informada de su paradero. Se puede hablar de un secuestro o desaparición temporal que se ha empleado para torturar con impunidad. Las víctimas de esa aberración jurídica han soportado suplicios tan inhumanos como la bañera, la bolsa, la barra, el quirófano, el misionero, la privación de sueño, los abusos sexuales y los simulacros de ejecución. La Fundación Euskal Memoria estima que cerca de 10.000 vascos han sido torturados en los últimos 50 años. Sólo entre 1978 y 1988 se detuvo a 7.370 y el 40% denunciaron torturas. Desde entonces, se han producido otros 1.700 casos.

Al declararse partidario de un pacto de estado entre el PP y el PSOE, Felipe González se ha quitado definitivamente la careta, evidenciando que no cree en la democracia ni se inquieta por el sufrimiento de la clase trabajadora. Desde que comenzó la crisis, se han recortado libertades y derechos, empujando a la pobreza a millones de personas, niños incluidos. Desahucios, malnutrición infantil, bajada de salarios, paro masivo, brutalidad policial, exclusión sanitaria de los inmigrantes sin papeles, leyes represivas que limitan la libertad de expresión, el derecho de manifestación o el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, privatización encubierta de la sanidad y la educación, supresión de becas y servicios sociales. Durante el gobierno de Mariano Rajoy, se han destruido más de un millón de puestos de trabajo y se ha promovido el empleo basura, que permite explotar al obrero y rescindir los contratos al antojo de los empresarios. Se han socializado las pérdidas de la banca y se ha amnistiado a los grandes defraudadores, sin adoptar medidas para combatir el colosal fraude fiscal (72.000 millones de euros al año). Emilio Botín ha felicitado a Mariano Rajoy y el IBEX 35 no oculta su regocijo. La Troika también se muestra complacida, pero exige nuevos recortes para cumplir el pacto fiscal que ha fijado para 2020 unos objetivos (reducir la deuda al 60% del PIB, contener la inflación en un 3%) que implicarán un gigantesco recorte de 400.000 millones de euros. Dicho de una forma sencilla: ha prevalecido la inhumanidad y la barbarie. Felipe González apuesta por continuar en esa dirección. Su actitud solo corrobora que la Transición fue un cuento y que desde entonces sufrimos los abusos de un régimen cada vez más intolerante y represivo.



La abstención activa es un recurso legítimo, pero no creo que invierta el curso de la historia. La sociedad debe seguir el ejemplo de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) y luchar por sus derechos, sin dejarse intimidar por una policía con barra libre para aporrear, humillar o multar a los activistas sociales. La historia juzgará a Felipe González y, si es justa, no será benévola. Personalmente, creo que debería acabar en el banquillo de la Corte Penal Internacional, acompañando a José María Aznar, su viejo antagonista. Ambos se implicaron en guerras inmorales e ilegales y han tolerado y promovido la tortura. Así los prueban las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y los informes de Amnistía Internacional, por citar solo dos ejemplos. Si el PP y el PSOE pactan, se confirmará que la soberanía popular solo es un principio retórico y no una realidad. Podremos hablar de dictadura sin exagerar un ápice. Mientras el pueblo trabajador sufre lo indecible, los canallas que nos gobiernan se marcharán de crucero en una nueva versión del Azor (el célebre yate del Generalísimo), felices de haber obrado el milagro de transformar el franquismo en autoritarismo parlamentario. La historia de España ha dibujado un bucle y ni siquiera tenemos a un Miguel Hernández, apilando versos llenos de rabia y esperanza:

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

Si la Audiencia Nacional leyera esta estrofa, ordenaría a la Guardia Civil que detuviera al poeta. Nada ha cambiado en la España negra y cainita que combina la mitra, la toga y el tricornio para acallar el viento del pueblo.

jueves, 15 de mayo de 2014

COSAS IMPORTANTES QUE NOS JUGAMOS EN LAS ELECCIONES EUROPEAS







Por Isidoro Gracia

Exdiputado


El periodo electoral está pasando y la amenaza de una abstención masiva es cada vez más cierta. Quizá a algún grupo de presión le vaya bien. A los ciudadanos de a pié la abstención nos es nefasta y cara.
En artículos anteriores ya he contado que la UE es barata, 0,71 al día, frente a los 10,25 de la Xunta de Galicia, o, los 23 /día de las decisiones del gobierno del Sr. Rajoy. También que el primer objetivo de la UE, antes CE, se ha venido cumpliendo durante los últimos 58 años: evitar los conflictos armados entre los que somos vecinos y socios. No es un tema menor, durante los 20 siglos anteriores la situación normal era la de guerra abierta.
Sin entrar en otros grandes e históricos argumentos, reflexionemos en el terreno de los intereses más comunes en que nos afectan las decisiones que se toman, en el ámbito para el que podemos y debemos, votar.
¿Tiene usted un automóvil? Pues bien, salvo el color, y poco más, que usted elija, en todo lo demás: condiciones de motor, tipo de asientos, cinturones, luces, neumáticos, accesorios, etc. quien decide es el Parlamento y la Comisión que se vota.
¿Un teléfono móvil? Sí, también en esto, quien pone algún límite a muchas de las tarifas de las que usted “disfruta”, son los mismos, la UE.




Puede ser que sea una persona que no quiere complicaciones tecnológicas y ni coche, ni móvil, pero usted se alimenta ¿verdad? Quien va a decidir qué se planta o cría, prioritariamente, con qué se abona o alimenta, cómo se procesa y se envasa, incluso cómo deben de enseñársele componentes y precios, son las personas de quien algunos, en este momento mayoritariamente, quieren desentenderse.
Por si opta por la autosuficiencia o el suministro solo local, debe saber que eso de la Sanidad Pública: condiciones medioambientales, garantías del agua potable, tratamiento de residuos, procedimientos frente a epidemias, etc. es un tema con decisión básica en los órganos del la UE. Incluso los derechos mínimos como paciente, de cualquier sanidad, pública o privada, se aprueban en el Parlamento Europeo.
¿Paga recibos, necesita un crédito, tiene alguna tarjeta? Quien toma las decisiones sobre cuáles serán sus derechos como consumidor y establecerá algún limite al posible abuso de su banco serán esas instituciones a las que quizá usted no da la importancia que tienen.
Por no aburrir, ¿sabe que la composición de su ropa interior está reglada por normativa europea?, etc. etc.



Vargas Llosa dijo una vez: "Los pueblos a veces se equivocan, y a menudo la pagan caro”.
Conciudadano abstencionista, al margen de ideologías, ¿cree sensato dejar en manos ajenas lo que tanto afecta a su vida?, en especial si es de los que quieren que Europa cambie. Le va a resultar caro, sí o sí. Lo malo es que un posible elector no participe  le va a salir caro no solo a él, sino a todos nosotros.

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