jueves, 27 de noviembre de 2014

HE TENIDO UN SUEÑO


Por Pedro Taracena




Mi sueño tiene lugar en España donde después de la celebración de unas elecciones generales, salieron elegidas cuatro fuerzas políticas con similar número de escaños: PODEMOS, PP, PSOE e IU. En la sesión de investidura en ausencia de una formación con mayoría absoluta, hubieron de presentarse los cuatro líderes como candidatos para liderar la política gubernamental. De lo acaecido en mi sueño acuden a mi mente las líneas generales del discurso del orador candidato, sin precisar quién era de los cuatro. Comenzó con un paquete de menudencias que incluía: La supresión total de los asesores nombrados a dedo de todo rango dentro de la Administración, con ello se ahorraría una buena cantidad de recursos sin controlar y se potenciaría a los funcionarios titulares de una oposición. Los servidores públicos serían los ejecutores de las políticas emanadas del Gobierno. Supresión de los aforados, igualdad absoluta de todos los ciudadanos ante la Justicia. Reformar los actuales y arbitrarios indultos. Eliminar todos los Consejos Consultivos de las Comunidades Autónomas, permaneciendo como único órgano consultivo el Consejo de Estado, donde sus miembros trabajarían de forma operativa en los procesos, no como el retiro dorado de los excargos públicos. También abordaba el tema de las duplicidades de las diputaciones y las CCAA, así como la transparencia de “todos” los gastos por nimios que fueren de los políticos de todas las administraciones.




En otro orden de cosas condenaría por ley el golpe de estado contra la República y la dictadura de Franco, así como toda apología del franquismo tipificándolo como delito. Homologaría la Ley de Amnistía con la Corte Penal Internacional, interpretando la Declaración Universal de los Derecho Humanos en materia de Justicia Universal,  delitos de lesa humanidad y genocidio. Sin olvidar la derogación de toda la legislación del ministro Gallardón. Así como la legislación de los desahucios y las consecuencias injustas de la modificación del artículo 135 de la Constitución.
Según recuerdo de mi sueño, también el candidato abordó, el tema de la renegociación de la deuda y derogaría la reforma laboral actual. Devolvería al sector público la Educación y la Sanidad; dotando a la Dependencia del presupuesto que por ley se le adjudicó.




Por último, recuerdo que en mi sueño el candidato,  no se olvidó de la economía. Venía trabajando con los expertos de base ampliada a los técnicos de la Agencia Tributaría que ya le habían aportado algunas propuestas para luchar contra el fraude. También contaba con sabios en gestión económica que le asesoraban en la viabilidad de que Europa cambie el camino injusto y suicida, mejor dicho homicida de la economía del más débil…
Cuando eran las ocho de la mañana, la sesión de investidura se interrumpió abandonando de forma súbita la tribuna de los dormidos para recobrar la vigilia de los despiertos. Pero hasta ese momento el líder no mencionó si en su programa incluía la denuncia de los acuerdos con la Santa Sede, que obviamente son contrarios a la Constitución y que sería coherente para terminar con el nacionalcatolicismo, implantado de hecho en España desde el triunfo del franquismo.
Es evidente que el discurso del candidato estuvo preñado de falacia y de populismo…


lunes, 24 de noviembre de 2014

PUES YO NO ESTOY DE ACUERDO EN QUE LOS PARLAMENTARIOS CUENTEN A DÓNDE VAN


Por Isidoro Gracia
Exdiputado


El olvido de las obligaciones por algún parlamentario, también de las exigencias éticas que su condición le impone, ha confundido al electorado y a muchos de los obligados por su profesión a saber cómo funciona la Democracia.
Baltasar Gracián, en su Oráculo Manual dice: “No pensando se pierden todos los necios, y como no perciben el daño o la conveniencia, tampoco aplican la diligencia”. Viene este aserto al pelo de lo sucedido al hoy aún presidente de Extremadura y algún otro parlamentario.
Pero a muchos de los exigentes tertulianos y criticones varios les es de aplicación clara lo que Gracián aporta  a continuación: “Hacen algunos mucho caso de lo que importa poco, y poco de lo mucho, ponderando siempre al revés”.
Para entender mi posición es conveniente recordar cuales son las funciones más importantes de los Parlamentos democráticos:
Primera y principal, legislar, hacer las  normas que todos deben respetar y cumplir.
Segunda y no menos importante, fiscalizar al Ejecutivo.
Otras, ser verdaderamente representativo, accesible y transparente respecto a sus funciones principales. Y aquí está el objeto de la confusión, como se compatibiliza una obligada rendición de cuentas con la eficacia en las funciones básicas.
Existe un documento de 2006, bastante extenso, de la Unión Interparlamentaria, Titulado: “EL PARLAMENTO Y LA DEMOCRACIA EN EL SIGLO XXI, una guía de buenas prácticas”, que aborda todos los temas en debate. En ningún punto, y en ninguno de los ejemplos mundiales elegidos, sugiere la práctica de contar con pelos y señales a que zona de  su país se desplaza. Con toda lógica ya que ¿cómo va a ejercer con eficacia su papel de fiscalizador si avisa, aún cuando sea de forma indirecta, que está investigando y donde?
Pero acudamos al sentido común de nuestro específico sistema. En España un Diputado a Cortes será elegido por Pontevedra, pero representa a todos los ciudadanos del Estado, incluso a aquellos que no votaron a su partido. ¿Cómo va a representar correctamente a aquello que ni conoce ni intenta conocer? Al contrario de la moda del día de hoy yo sostengo que nuestros parlamentarios viajan poco, incluso para contactar con los militantes y simpatizantes de las mismas ideas del parlamentario en otras zonas distintas a las de su residencia.
Pondré un ejemplo cercano. Si yo fuera componente de la Comisión que trata el tema de la energía me desplazaría a Canarias y Baleares para conocer lo mejor posible lo que opinan los hosteleros, los empresarios y trabajadores de las auxiliares del naval en la zona, los comercios de avituallamiento, las Cámaras de Comercio, etc., y también a la Coruña, Huelva  o  Tarragona, para conocer de los implicados cual podría ser la capacidad del posible refino en las instalaciones de esas localidades y su posible repercusión en la actividad económica local.
Se clama, erróneamente según mi opinión, por la transparencia en los viajes, pero se olvida que la transparencia estaría mucho mejor usada en rendición de cuentas de su labor más directa: Que votó, que no votó, a cuantas votaciones o comisiones faltó, que gestiones realizó y para qué. Durante un tiempo hubo Gabinetes Parlamentarios que hacían esa labor, recibían a los ciudadanos con problemas, y en cada periodo legislativo emitían un informe de gestión, destinado a su Grupo y a los medios de comunicación. Esta práctica sí que la propone la Guía mencionada antes.
Se exige que el parlamentario opine, o vote,  en ocasiones de forma diferente a lo que su partido impulsa. ¿Cómo va a poder hacer lo que se le impide realizar? Supongamos, y no es mucho suponer porqué hay ejemplos frecuentes, que quiere cambiar el rumbo de su organización, para que se acerque más a lo que percibe que quiere su electorado, ¿Cómo va a ponerse de acuerdo con sus correligionarios de otras autonomías, si tiene que pedir permiso al Grupo Parlamentario en el que mandan los que están al timón?
Me llama mucho la atención que siempre que hay algún lío por excesos, o malas prácticas, se termine recortando medios a aquellos que tienen que controlar y pueden corregir. Es muy similar al razonamiento aplicado por el actual gobierno: Como algunos se aprovechan irregularmente del desempleo, recortemos las prestaciones a todos.
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sábado, 15 de noviembre de 2014

LA AMBIGÜEDAD Y LA EQUIDISTANCIA


¿DUDOSO VIAJE AL CENTRO DERECHA?




Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, va camino de los 9 años y tres legislaturas ocupando escaño en el Parlament catalán


¿DUDOSO VIAJE AL CENTRO IZQUIERDA?



Díez define su partido como "de centro izquierda", si bien reconoce que "a veces se va uno para la derecha". "Lo importante es meter gol"



CASI COMO DOS GOTAS DE AGUA:


Ciudadans

Unión progreso y democracia



Por Pedro  Taracena

Estas dos formaciones políticas tienen algunos aspectos básicos en común. Las características que les unen les ubican ante un mismo contrincante político a batir. El bipartidismo y el nacionalismo periférico, así como la legislación que lo propicia: Ley electoral y leyes autonómicas que, según estas plataformas políticas, atentan contra la unidad de España.



Rosa Díez

Ciudadans defiende que todos los españoles deben ser ciudadanos de una sola nacionalidad, la española. Y por su parte UPyD mantiene un discurso similar. Son dos partidos políticos anti separatistas, unionistas. A pesar de tener sus raíces sociales, que no políticas, en tierras nacionalistas con vocación de autodeterminación e independencia, ambas formaciones hacen suyo el testamento del franquismo como dogma de fe, basado en el  tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando, de los Reyes Católicos. La palabra unión la llevan en su propia razón social, Unión PyD y Cudadans, su seña de identidad está en el plural ciudadans, que expresa de forma  implícita su singularidad, la nación única mejor unida...




Albert Rivera

Desde el punto de vista de la doctrina política, la fundadora Rosa Díez de UPyD militó en el socialismo vasco. En el caso de Ciudadans es un partido de nueva creación y lo lidera Abert Rivera. Ambos salvando las distancias ponen su ahínco  en las necesidades de los ciudadanos por encima de las ideologías. Tanto Díez como Rivera han recorrido un camino político lo suficientemente intenso como para hacer un análisis aproximado y situarles en el espectro político español. 



Rosa Díez

¿Izquierdas? ¿Derechas? ¿Centro? Su ambigüedad en lo ideológico nos impide hacer un posicionamiento global y mucho menos permanente. En este caso el vocablo  ambiguo no tiene valor peyorativo, es el término que define a estas formaciones políticas que huyen de los extremos para hacerse un hueco en el idílico centro. Centro nada estable sino a su vez inquieto ante las circunstancias. La ambigüedad no permite establecer una doctrina estable aunque el punto de referencia lo sea, como ellos declaran que es la Constitución Española. Este acomodarse ante las circunstancias que perjudican al ciudadano y hacerse eco de su clamor para liderar un respuesta que satisfaga sus necesidades, quizás, tenga alguna dosis de populismo. Pero este calificativo por ahora se le adjudica en exclusiva a Podemos. Tampoco mencionado en forma peyorativa. Cuando no se tiene experiencia de gobierno y el pueblo está inmerso en una tempestad de corrupciones y políticas criminales, como el hambre, los desahucios, los abusos bancarios, la muerte por falta de asistencia sanitaria, la falta de educación para los jóvenes, es fácil lanzar salvavidas a todos para sacar rendimiento a estas ambigüedades ideológicas. Cuando se huye de la etiqueta de izquierdas o de derechas, ésta ideología no es progresista y cuando el nacionalismo nacional pretende estar  por encima de las legítimas aspiraciones recogidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, tampoco es avanzada y de vanguardia.



Albert Rivera

La ambigüedad y el populismo son virtudes de estas fuerzas políticas, pero también están en posesión de otra virtud. Su eterna tendencia para centrarse en un virtual paraíso espectral, les lleva a someterse a una equidistancia que a veces es perversa. Para unirse al grupo de los más afines en cada momento, se escoran abiertamente, y son esas fuerzas quienes les hacen perder el centro y el norte. Entonces la ambigüedad se convierte en estrategia. Estos partidos gozan de un estado de gracia como si de una concepción  divina se tratará. Todavía no han cometido pecado original, salvo algunos escarceos cargados de inocencia, jugando con el árbol de la ciencia de bien y del mal. Ojalá lleguen algún día al poder sin saber qué es la corrupción. Con esta inocencia que sólo entiende de ambigüedades, de populismos y de equidistancias. ¿Perversas? ¿Inocentes? ¿Pragmáticas? Por ahora son conservadoras…


viernes, 14 de noviembre de 2014

LOS ASESORES



Por Pedro Taracena

Estos personajes siniestros, clandestinos, designados a dedo por el político de turno, suponen sobre todo en la actualidad, un lastre inútil y perverso para el erario público. El político electo se rodea de personas de su confianza que vienen denominándose asesores. Es decir, el ministro, alcalde, presidente de comunidad o de diputación o cualquier otro político tiene la potestad de contratarles para suplir su ignorancia en el área que le compete. En lugar de apoyarse en los técnicos que han probado su conocimiento en una oposición pública, prefieren eludir su servicio y elegir gente de su confianza. Con este comportamiento legal pero perverso  se alimenta el perfil del cacique. Es evidente que quien tiene la confianza del Estado, es decir los funcionarios, son despreciados por el político electo y se rodea de lacayos y secuaces que no tienen la confianza del Estado pero sí de los partidos políticos y de sus políticos. Creándose de hecho muchos estados dentro del Estado, cabecillas, caciques, capos de mafias y un sinfín de situaciones excepcionales y nada democráticas. En una situación de crecimiento los sueldos que se adjudican a estos pseudotécnicos, es una inmoralidad, pero en época de crisis, un auténtico robo, despilfarro y saqueo de las arcas del estado. Además pagan a los asesores a cambio de ningún trabajo, porque ahora en España no hay nada de lo que asesorar. La política viene dada por la Troica y el PP la acoge con gusto porque es la esencia de su programa electoral oculto pero genuino. La crisis es un burdo pretexto. Esta es la política que siempre quiso aplicar, con o sin crisis. Para recortar derechos constitucionales no son necesarios asesores de ninguna calaña. Es un insulto a la ciudadanía pagar a estos elementos que muchos de ellos, su currículum es el ejemplo de lo que nuca debía suceder al servicio de la Administración.



lunes, 10 de noviembre de 2014

CATALUNYA Y ESPAÑA

Los resultados de la consulta catalana, una visión desde otra perspectiva


Foto: Pedro Taracena

Por Isidoro Gracia
Exdiputado

El fracaso de la Generalitat de Mas y el Gobierno de Rajoy contrasta con la victoria, aún cuando por la mínima y en el último minuto, de la Generalitat de Maragall y el Gobierno de Zapatero en 2006.

Aceptando de antemano que los datos que se aportan desde los impulsores de la consulta, o del acto participativo (o lo que haya resultado al final) sean ciertos, me llama mucho la atención que los medios que los publican y sus analistas no acudan como referencia valorativa a un precedente tan próximo como el del referéndum del texto del Estatuto de Cataluña de 2006, así pues yo elijo como punto de observación esa óptica.

Y lo que son las cosas de la mala memoria, se olvida muy pronto la realidad de los datos objetivos contrastados por la historia, los registros y las hemerotecas y se toman como base de los análisis las penúltimas opiniones, u ocurrencias, de los actores más involucrados en el tema, y por lo tanto alejados de la realidad pura, la realidad de unos datos sin la cocina de las interpretaciones interesadas.

Los partidarios de la "consulta" catalana, en coalición de hecho con el gobierno de Rajoy, cuyos actos, en algún caso, y cuya falta de actos en otros, actos para los que en democracia solo tiene competencias el Poder Ejecutivo (no existen muchas dudas que la actitud en el conjunto del proceso han dado impulso y fomento a las movilizaciones pro referéndum), han conseguido peores resultados reales (no interpretados) que el “inepto” Zapatero y el entonces ya tristemente enfermo Maragall consiguieron para el Estatuto del 2006.

Con un censo cerrado de 5.300.000 electores (el censo abierto de la consulta son al menos 6.250.000 los "invitados" a participar) el Estatuto tramitado de forma absolutamente legal, validado por las Cortes Generales del Estado, y en una votación impecable desde el punto de vista democrático, consiguió 1.900.000 votos y la pregunta sobre independencia ha conseguido menos de 1.800.000.

Para no dejar cabos sueltos, analicemos también lo ocurrido en participación en términos porcentuales y absolutos, la votación de forma absolutamente legal, y por lo tanto que exigía al votante un más difícil acceso, gana por goleada logró participación de más del 49% del electorado, frente al lo conseguido por “el proceso participativo” con una posibilidad de voto muy accesible, que consigue menos del 36% de las persona invitadas a participar, incluidos extranjeros procedentes de fuera de la UE. O si se prefiere en números redondos absolutos participación sin posibilidad de manipulación 2.600.000 votantes, participación más que de dudosa contrastación 2.236.000 según la Generalitat.

Lo ocurrido con el texto de 2006, a pesar de algunos errores de bulto de los actores principales, permitía que al menos por una generación la convivencia entre catalanes y de estos con el resto del Estado continuara en unos términos de escasa conflictividad (la ausencia de conflicto de intereses entre vecinos es deseable pero completamente utópica), hasta que llegó el PP que ya dirigía ya Rajoy y su equipo y lo sacó del terreno de la política y lo puso en el terreno de los contenciosos judiciales, donde ya se conoce que siempre, y este caso no fue una excepción, existen jueces con distinta interpretación de las mismas frases y textos.

Sin embargo y pensando en la búsqueda de soluciones, sabemos por lo ocurrido entre 2004 y 2006 que existieron textos que, manteniendo a Cataluña en España, fueron aceptados por casi todas las fuerzas políticas y aprobados democráticamente por una mayoría de los votantes catalanes. Incluso hubo un texto aceptado por partidos independentistas: el que el Parlamento Catalán de 2006 envió a las Cortes Generales. Quizá fuera conveniente que todos empezaran a hablar teniendo delante aquellos textos que produjeron un nivel de aceptación, que hoy en noviembre de 2014 no tendría precio.

jueves, 6 de noviembre de 2014

CARTA ABIERTA A LA CASTA


Por Pedro Taracena




Después de reflexionar y asumir que yo, también,  he pertenecido a La Casta, es preciso acabar con la farsa. Sí, con la mentira de la Transición. La mal llamada transición modélica se hizo por los políticos del franquismo, perpetuando los valores del nacionalcatolicismo y de la Falange Española, y por los políticos venidos del exilio y  la clandestinidad. Ambos indultaron la dictadura en aras de evitar un mal menor: ¿Cabe hipocresía mayor?
El desarrollo económico y el Estado del Bienestar logrado lo han dilapidado en detrimento de los ciudadanos. Los réditos obtenidos por La Casta dominante suponen un botín suculento. Y los votantes que creímos en ellos “en nuestro pecado llevamos la penitencia”. La corrupción existe porque los políticos son unos criminales y porque los votantes nos convertimos en cómplices. No obstante, la tramoya jurídica está pensada para beneficiar al corrupto. ¿Quién duda de que el Reino de España se encuentre en un estado general de putrefacción? Solamente los interesados están luchando para que esto no cambie. Es decir, La Casta dominante que la constituyen: El Partido Popular expresión del más genuino franquismo. El Partido Socialista Obrero Español, traicionero del socialismo. La patronal y los caciques con autentica vocación de volver a la esclavitud. Los mercados financieros y la banca apoyada por el Gobierno contra los ciudadanos. La Iglesia cómplice con el tirano, sin olvidar los medios de comunicación, auténticos voceros de La Casta.
Ante este estado de cosas, el pueblo se echó a la calle a través del Movimiento 15-M y Las Mareas manifiestan cada día un espectro completo de indignación ciudadana. En estos días el grito del pueblo se ha materializado en un nuevo y alternativo partido político denominado PODEMOS, bajo el lema: ¡Sí, se puede! El nerviosismo, las descalificaciones, los insultos, las calumnias y vejaciones, son la reacción lógica de La Casta. Pero es fácil rebatirles con la fuerza de la razón, porque hay dos argumentos que son en sí mismos muy poderosos:
En primer lugar PODEMOS tiene el legítimo derecho a tener la oportunidad, como la tuvo La Casta, de cometer sus propios errores durante los próximos 36 años.
Y el segundo argumento es que achacan a PODEMOS la falta de experiencia, a pesar de  ser (JSP) jóvenes sobradamente preparados. Pero yo me pregunto: ¿Qué experiencia de gobierno tenía Felipe González en 1982? ¿Qué experiencia en democracia tenía Adolfo Suárez para abordar el cambio de régimen? ¿Qué experiencia de gobierno tuvieron los militares y los políticos del exilio después de la Revolución del 25 de Abril en Portugal?  La experiencia que tienen los integrantes de las actuales instituciones no sirve, porque con su conducta han demostrado ser unos criminales. Sí, criminales de guante blanco. Sí, hacedores de políticas criminales y de conductas criminales. Es posible que los hipócritas se escandalicen de estos vocablos derivados de la palabra crimen, pero mayor es el escándalo que han provocados los políticos corrompidos en el pueblo llano. Un pueblo víctima de los crímenes cometidos por sus inmorales conductas y con sus pervertidas leyes legales pero injustas. Sí, se puede…

sábado, 1 de noviembre de 2014

LA DESIGUALDAD

Isidoro Gracia
Exdiputado
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El nuevo informe de Intermon Oxfan demuestra que la crisis es cosa de pobres.



EL MURO
Pedro Taracena

El informe llega más lejos que del Centro de Estudios del FMI de 2010,  que concluyó que una de las causas más importantes de la actual  crisis es el crecimiento de las desigualdades sociales.
Yo creo que los ciudadanos conscientes debemos también sacar nuestras propias conclusiones y, si no estamos de acuerdo,  actuar para corregir el rumbo. En esto la historia nos muestra como sistemas de civilizaciones aparentemente inamovibles y perdurables colapsaron, estando presente siempre como una de las causas detonantes la desigualdad.
 Los actuales sistemas democráticos y representativos, al menos aparentemente, devienen del colapso de los absolutismos instaurados por “la Gracia de Dios”, que la revolución francesa se encargó de superar, y los otros absolutismos que sustituyeron la religión teísta por la del Partido Único.
 Tomando como referencia la misma que tomaron en su día los defensores de los gobiernos representativos, frente a los que propugnaban el ejercicio del poder por élites, fueran estas de nacimiento, de coreligionarios, o de sabios: “La multitud que no se reduce a unidad es confusión; la unidad que no depende de la multitud es tiranía” (Pascal)
 Cuando se ha llegado a un punto que según el informe "la desigualdad extrema corrompe la política, frena el crecimiento y reduce la movilidad social, fomenta la delincuencia e incluso los conflictos violentos. Desaprovecha el talento y el potencial de las personas y debilita los cimientos de la sociedad", parece que la civilización occidental vuelve a estar en situación de tiranía. Se ha sustituido al Dios o al Partido omnipotentes por el Dios Mercado y  la Desregulación, pero lo cierto es que la concentración de riqueza es extrema y el poder está en manos de élites muy minoritarias para las que trabajan gobiernos  y organismos, mediante la compra del poder político, consiguiendo de esa forma que  "muchas de las personas más ricas amasaran sus fortunas gracias a las concesiones gubernamentales exclusivas y la privatización inherentes al fundamentalismo de mercado".  Agua, energía, salud, educación, son campos donde buscar ejemplos muy próximos, en especial en España y Europa.

En la memoria de la mayoría, que no de todos desgraciadamente, está como se resolvieron esas situaciones de tiranía: en todos los casos con la rebelión de la ciudadanía transformada en masa. En algún caso en ámbitos del conjunto del imperio, en otros de estados e incluso de tribu, disfrazada de nación. Esperemos que hayamos aprendido de la historia y afrontemos el legítimo combate a la tiranía mediante fórmulas “civilizadas” (de sociedad civil). Por ejemplo, recoger como delito cualquier relación con paraísos fiscales (es absolutamente improbable que no se utilicen para la evasión fiscal), la penalización con tasas de los movimientos financieros especulativos (es absolutamente seguro que esos movimientos no tienen como objetivo la creación de empleo o riqueza para el conjunto de la sociedad), la recuperación del control público y directo de la administración de los servicios básicos como el agua, la producción de energía, la sanidad, la educación obligatoria y la protección social, expropiando si es necesario, son temas que pueden abordar desde el derecho nacional e internacional. Para muchos empieza a ser evidente que esta crisis es el preludio del fin sistema que ya nos oprime a una inmensa mayoría. Que la salida de la situación sea un nuevo contrato social negociado por los dirigentes políticos, o fruto del asalto al poder, tal y como se empieza  a propugnar por fuerzas emergentes, por masas  más o menos organizadas, es solo cuestión de tiempo y oportunidad. El resultado, de una sociedad estable con ciudadanos razonablemente contentos con su grado de bienestar, si el proceso se hace repartiendo beneficios y poder,  o inestable y violenta, si se obliga al mero asalto a los, solo teóricos, derechos adquiridos de esos pocos, pero aún demasiados, milmillonarios y sus adjuntos, también es cuestión de un mero ejercicio de inteligencia.