lunes, 26 de octubre de 2015

LA SEXTA NOCHE



Por Pedro Taracena

 Foto: Congreso de los Diputados

Los medios de comunicación en general han perdido el tren de la Historia. Desde que apareció el Movimiento 15-M en todas sus manifestaciones, la España amuermada y adormecida ha marcado un rumbo de no retorno. Sin embargo, los medios siguen haciendo un periodismo con una España que ya no existe. Se ha levantado el telón de esta nueva era y hemos sorprendido a los profesionales del periodismo con los viejos andrajos de La Casta como vestimenta. Solamente La Sexta entre todas las cadenas de radio y televisión, ha marcado una pauta que sintoniza con la nueva realidad española. Y entre todos los periodistas de todos los medios, brillan con luz propia tan solo unos pocos que están en la mente de todos.

Pero sin duda la Sexta Noche marca la línea del rancio y ramplón estilo de hacer lo que ellos llaman periodismo, y que yo denomino, sin pudor ni reparo, como impostura del verdadero periodismo: veraz, independiente y objetivo, comprometido con la democracia y el pluralismo. Es preciso hacer una salvedad. El periodista farsante que ejerce de tertuliano, lacayo del poder, deja de ser periodista y se convierte en político que sigue a un partido, doctrina u opinión de otro. Secuaz de las varias formas que tiene para defender al franquismo envuelto en la perversa mentira de la Transición. Es lo mismo que decir que todo lo que viene a dar jaque a La Casta hay que etiquetarlo como populismo. Adorando al nuevo Becerro de Oro de la falacia del centrismo. Una especie de embuste, ungüento amarillo que todo lo cura…

El poco o nada moderador del programa Iñaki López tiene la habilidad para deslucir todas las entrevistas de personajes relevantes. Que ya lo eran antes de que él y su adjunta que le prepara los esquemas biográficos, les entrevistaran. Basta un botón de muestra. El cuestionario al cual sometieron a Manuela Carmena manifiesta que este presunto periodismo no está preparado para hacer una entrevista a una mujer que habla de ideas, de escuchar a los madrileños de cumplir la Ley de Memoria Histórica, del derecho a la vivienda o de ilusión por la política. Evocar en la entrevista la carroña de Esperanza Aguirre o tratar de arpar la coalición de gobierno por el lado de Podemos, es pueril y señala que el discurso de La Casta está agotado. Es evidente, no obstante, que el mantener a Inda y a Marhuenda en el programa, no obedece a criterios periodísticos, señal inequívoca de que a la Sexta no le preocupa perder prestigio con la presencia de semejantes personajes.


Palacio de Cristal

Si bajamos de las entrevistas de las personas relevantes y nos ponemos a contemplar el gallinero de los tertulianos, que salvo los profesionales con prestigio acreditado de profesores, antropólogos, economistas, escritores, actores, el espectáculo está servido. El moderador no modera, sin embargo permite el insulto, el idioma soez y chabacano, la manipulación, la mentira y la defensa a ultranza de La Casta, la Transición y en muchas ocasiones hasta el franquismo. La objetividad y el análisis riguroso no han pisado ese plató nunca. Es el programa donde menos periodistas hay por metro cuadrado. El periodismo que necesita España es otro…

Pero su profesionalidad les permitirá ser muy versátiles en un futuro no muy lejano. Comprobaremos cómo cambian de chaqueta. Cuando los partidos de La Casta se fraccionen más de lo que están en la actualidad y Podemos y los otros movimientos de izquierdas que sin duda coparán parcelas de poder muy importantes, comprobaremos la manipulación que están haciendo de las encuestas, en las cuales se ignora a los aspirantes que ahora no están en las instituciones.



El Ángel Caído

No quiero concluir este artículo sin denunciar una y mil veces el corporativismo y la falta de crítica y autocrítica. Los ERES (Expediente de Regulación de Empleo) de los medios han sido silenciados y las facultades de la Información y Escuelas de Periodismo no están formando a los profesionales de acuerdo con la era Internet. Yo denuncio el círculo cerrado y perverso formado por los medios, el capital y el poder. Los periódicos ya no se venden en los quioscos. El capital financia a los periódicos como voceros de su propaganda, las cadenas prestan su escaparate como artillería pesada y los tertulianos lo apoyan como francotiradores de infantería. Otro botón de muestra que ilustra esta perversión: La Razón y ABC son la derecha franquista, y Antena-3 exhibe sus portadas todas las mañanas en orden inverso a su tirada, que equivale a la línea de adhesión ideológica: La Razón, ABC, El Mundo, El País, etc. Al igual que durante la Transición existía el maridaje entre el Gobierno de Felipe González y El País de Cebrián. Ahora son uña y carne los franquistas del PP con los franquistas de La Razón. Acudiendo en la misma comparsa el ABC y La Cope. El País y la SER, hace tiempo que vetaron en sus parrillas de programación toda crítica al negocio de la prostitución en las páginas de su periódico. Yo fui uno de los periodistas que tenía como libro de mesilla de noche el MANUAL DE ESTILO de El País.

jueves, 22 de octubre de 2015

CATALUNYA Y MAQUIEVELO


PRESENTACIÓN

Sin que mi intención sea mermar lo más mínimo el magistral artículo de mi amigo y exparlamentario Isidoro Gracia. Sin embargo sí deseo, utilizando el más puro román paladino, etiquetar las taras que tanto Convergència como el PP, han arrastrados al Reino de España a un callejón sin salida. Convergéncia procede del caciquismo evidentemente burgués, contaminado por la mafiosa corrupción; abandonando a los trabajadores a su suerte. El PP es la encarnación de los valores patrios del más puro franquismo. Su líder es el más terco, torpe y parco de los presidentes que de España han sido. Se presenta como caudillo que pretende salvar a España y Cataluña; encarnando la corrupción de mayores dimensiones jamás soñada. Ambos líderes representan lo peor de España y de Cataluña. P. Taracena



Por Isidoro Gracia

Exdiputado

¿De verdad tiene Cataluña problemas con el resto de España y viceversa?

Se puede afirmar que si los gobernantes y dirigentes leyeran más, y estudiaran la historia verían claramente que en el fondo del asunto están ellos, y no el conjunto de los ciudadanos. El capítulo XIX del El Príncipe, de Maquiavelo, se titula: “El príncipe debe evitar ser despreciado y aborrecido”, y su contenido es de aplicación al tema que nos ocupa y preocupa, en su literalidad.

Veamos, afirma:” trate el príncipe de huir de las cosas que lo hagan odioso o despreciable, y una vez logrado, habrá cumplido con su deber y no tendrá nada que temer de los otros vicios”, es decir podrá subir impuestos, recortar en sanidad o educación y gobernar a su manera sin gran coste electoral.

Continúa, “Hace odioso, sobre todo, el ser expoliador y el apoderarse de los bienes de los súbditos, de todo lo cual convendrá abstenerse”, es decir que, según Maquiavelo, en lo que se sabe en el estilo de financiación de los actores principales, Convergència y el PP, y en la acumulación de riqueza ilícita por sus dirigentes radica buena parte del problema.

Por si hubiera alguna duda del evidente paralelismo, de la actual situación con lo escrito hace ya cuatro siglos, sigue el libro diciendo: “Hace despreciable el ser considerado voluble, frívolo, pusilánime e irresoluto, defectos de los cuales debe alejarse como una nave de un escollo”, creo que el lector puede prescindir de aclaraciones.

Añadiendo, a la sabiduría, contrastada por la historia , del mencionado libro, la observación y experiencia directa de lo sucedido desde 1978, (y he sido testigo y actor directo y en primera fila, durante lustros) se puede afirmar, con pocas dudas, que los problemas existentes, que existir existen, ni lo son entre el conjunto de ciudadanos catalanes y el resto de ciudadanos españoles, ni han sido generados por ellos, es decir Cataluña no tiene problemas con el resto de España, ni el resto de España tiene problemas con Cataluña, si hay graves problemas entre los dirigentes que, desgraciadamente, los catalanes y el conjunto de españoles hemos elegido para que nos gobiernen en esta época de incertidumbre. Esos dirigentes, con la ayuda inestimable de lo que el libro del XVI identifica como “un corto número de sujetos” y que hoy son fácilmente identificables, son los que han conseguido trasladar sus problemas a buena parte de sus gobernados.

Parecería pues sencillo iniciar el camino de las soluciones simplemente cambiando y ”reprimiendo al corto número de sujetos”, pero el propio Napoleón reconocía, en sus comentarios al respecto, que eso “No se hace tan fácilmente” eso sí que para continuar por el camino recto “es esencial se quite toda esperanza de perdón a los conspiradores”.

Al preguntarme cómo es posible que hayamos llegado a esta situación, caigo en la cuenta que los responsables del desaguisado han cambiado, e invertido, los papeles entre el príncipe (hoy en Democracia debía ser el ente llamado Pueblo), y los súbditos (que deberían de ser los servidores públicos en los distintos gobiernos) y convencido a cientos de miles de engañados ciudadanos que ese es el orden natural, al envolver en bonitos símbolos artificiales su mercancía de más que dudosa calidad.


domingo, 11 de octubre de 2015

EUROPA UNIDA



El monstruo bíblico Leviatán

Por Isidoro Gracia
Exdiputado

La necesidad de una Europa unida para sobrevivir como

 ciudadanos libres



En el siglo XVII Hobbes identificó al Estado como única defensa frente al monstruo Leviatán, que identificaba como “La guerra de todos contra todos”, no imaginó que también escribía para el XXI.
En 2011 releyendo algunos párrafos de la traducción de Tierno Galván del libro “El ciudadano y Leviatán”, de Hobbes, encontré motivos para el optimismo en la única herramienta que podía sacarnos del pozo de la crisis: La Política. En  2011 la Unión Europea aún parecía un proyecto con un futuro solido, con escasas dudas, hoy no solo han crecido exponencialmente las dudas, en especial con el trato dado a los problemas con Grecia, sino también por las actitudes de algunos gobiernos (en especial, pero no solo, el de Hungría) respecto a los valores básicos que impulsaron el proyecto europeo.





Pero tanta gravedad como lo anterior, sino mayor, tiene la respuesta generalizada que han dado gobiernos de todo color a la crisis económica, desgastando, cuando no dinamitando la proposición teórica del contrato social, propuesta por Hobbes y traducida en Europa como “estado de bienestar”. Incluso es posible que en el trato dado, por casi todos los gobiernos europeos, a sus propios ciudadanos está la base de las justificaciones que los nacionalistas centro-europeos alegan, para incumplir sus obligaciones con los inmigrantes exteriores, como los refugiados, e incluso con los procedentes de otros estados socios de la UE.
Como otros grandes pensadores parte de un buen conocimiento de sus conciudadanos y vecinos: “el hombre es un animal esencialmente egoísta, y la fórmula primera y fundamental del egoísmo es la supervivencia”. Por ello si quien detenta el poder absoluto al ejercerlo en vez de evitar el miedo lo produce y ocasiona la destrucción del acuerdo de cesión de su libertad por parte del ciudadano, o si traspasa los límites de lo necesario, se convierte en un poder superfluo y por lo tanto el ciudadano verá su supervivencia amenazada, y reaccionará con violencia. Esa violencia, que en 2011 aún se veía en lejanos desiertos, hoy no solo se ha trasladado a nuestras puertas sino que las traspasa y está empezando a estallar en nuestros pueblos, y entre nuestros conciudadanos alienados con viejos fantasmas y símbolos, como aquellos que vuelven su mirada a la seguridad que un día, ya muy remoto, aportaba la tribu.




En contra de lo que muchos creen la Unión Europea no es solo una comunidad económica, aún cuando ese fue el ropaje inicial con que se disfrazó el proyecto por los fundadores. La UE es algo más que una mera suma de Estados para hacer fácil los negocios, es una creación que tuvo y aún tiene (o debería tener) como primer objetivo salvar a la propia civilización europea del colapso, al que se vio abocada por las continuas guerras entre vecinos.
Como remedio al Leviantán bíblico era suficiente la creación del Estado, y la acumulación por este de un poder suficiente, que ejercido con el consentimiento de la mayoría, y mediante un razonable uso de la fuerza, nos protegería del miedo respecto de los demás y de otros actores ajenos a la República o al Reino: la religión, el extranjero, la guerra, el hambre, etc., y el instrumento es válido si sustituye el terror por sumisión y respeto. Pero el Leviatán de hoy es insaciable, y está poniendo en riesgo la misma supervivencia de los Estados, su papel lo están ejerciendo los mercados y sus verdaderos dueños, los grandes especuladores y que han traspuesto los límites aceptables, al quitarnos buena parte de aquello que asegura nuestra supervivencia, como la educación y la sanidad públicas, o como nuestros recursos para el futuro, es más que evidente, que en consecuencia el poder de los mercados ya es un poder superfluo que nos está llevando claramente a una guerra de todos contra todos.




Una vez que los legítimos representantes de los ciudadanos, los Gobiernos Democráticos, tomen conciencia de que su propia supervivencia ya es más que precaria, tendrán que reaccionar y si no quieren que el Leviatán acabe con todos ellos, y además devore a sus voluntarios súbditos, deberán ser ellos los que acaben con el Leviatán, bien embridándolo fuertemente con normas (tasas y altas exigencias legales) o bien acabando físicamente con él (convirtiendo en delictivo todo lo que se relacione con los paraísos fiscales y la especulación ilimitada).
Sin embargo el tamaño y la voracidad del actual monstruo se salen de la escala que un simple gobierno de un estado puede controlar, solo un ente mayor y más poderoso lo puede embridar y en el horizonte próximo solo aparece como viable, y útil para los ciudadanos de a píe, el imperfecto e incompleto proyecto que llamamos Unión Europea, y una herramienta, denostada pero imprescindible, es la política. A ver si nos enteramos todos y actuamos en consecuencia.
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