jueves, 10 de noviembre de 2016

LA INVIABILIDAD DE LAS PENSIONES Y OTROS CUENTOS DE CALLEJA




Por Isidoro Gracia


Exdiputado
 
Después de un tiempo de silencio, vuelvo a las andadas sobre la inviabilidad de las pensiones y otros cuentos de Calleja

Tras el expolio del fondo de reserva de la Seguridad Social para programas absolutamente ajenos  a su objetivo, Rajoy fija como prioridad del gobierno las pensiones.
Explicación teórica en términos de parábola. Había una vez un país muy cercano y bastante desarrollado en el que, al disponer de muy buenos ingenieros y técnicos, mediante avances técnicos e innovación fueron sustituyendo, poco a poco, los 20 millones de trabajadores por robots y sus operadores. Primero solo fueron necesarios 17 millones de operarios, después 15, o 10, y por último lograron un sistema de producción tan eficiente que eran suficientes unos pocos miles de supervisores y mantenedores del sistema para que la riqueza producida, no solo no disminuyera, sino que creciera mediana y razonablemente año a año.
El país se encontraba entre aquellos que tenían un sistema de distribución de la riqueza producida bastante justo, y ello permitía que la mayor parte de la población tuviera una razonable salud, acceso a la educación y a la cultura e incluso que aquellos que no se encontraban en activo, por su edad o condición física o mental, gozaran del fruto de lo producido.
Es decir que lo importante no era, no es, por cuantos se produce la riqueza, sino cuanta se consigue entre todos y como se reparte.
Explicación absolutamente práctica y sobre ejemplos concretos, con datos oficiales del gobierno, la Seguridad Social y el Banco de España.
El gobierno de Zapatero comenzó, en 2004, con una España cuya producción de riqueza anual (PIB) se cifraba en 861.000 miles de millones de € y una deuda de 400.000 Millones de €, y terminó su mandato  en 2010 con un PIB de 1.081.000, y una deuda (después de la revisión por  gobierno Rajoy) de 568.000 M de €.  Prácticamente la misma cifra de producción de riqueza obtenida en 2015, con gobierno de Rajoy, pero se ha elevado la deuda hasta 1.106.000 M de €.Es decir en riqueza anual producida estamos igual, aún cuando el doble de endeudados.
Podríamos pensar que ha sido el gasto en bienestar en lo que España ha sido generosa en exceso, por lo que hemos tenido que endeudarnos tanto, pero las cifras oficiales no cuentan eso. El gasto en % de PIB era en 2010: Educación 5%, Sanidad 6,7 %, Pensiones 10,1 %, (total 21,8%). En 2015 los datos son: Educación 4,3% Sanidad 6,3 % Pensiones 10,6 % (total 21,2 %), con el añadido que el crecimiento de las pensiones no solo no ha generado deuda, ya que se ha financiado íntegramente con la hucha de pensiones, que en 2010 aún crecía mes a mes, sino que además con esa hucha se ha financiado: política monetaria (comprando deuda soberana a bajo interés), de empleo (desgravando cotizaciones sociales, con cuotas de 50 € o 100 €, cuando la mínima estaba en 264 € y la media en 430 €), e incluso de natalidad (complemento de pensión a las madres), aún cuando esta última medida es claramente una decisión de mera imagen en fechas previas  a elecciones.
Veamos pues en qué se va la riqueza. El Banco de España cifró las ayudas públicas a la banca en 61.366 millones de €, aún cuando Bruselas sube la cifra de las ayudas de Estado hasta cerca de 100.000, al sumar avales y otros elementos. Se ha recuperado el 5,2 %, es decir, siendo prudente, hasta la fecha cada año la repercusión ha sido del 1,1 % del PIB. Y si tenemos que creer a los Presupuestos Generales del Estado los intereses de la deuda a su cargo han pasado  del entorno 2% a casi el 3,5 % del PIB, como la deuda en su mayor parte está en manos de la banca, se puede asegurar que directamente vía ayudas o indirectamente vía pago de intereses de deuda los españoles bombeamos desde 2010 más de un 2,5% adicional de nuestra riqueza producida a la banca. Para comparar, en su conjunto la banca recibe año a año más que lo que destina a educación. No contamos que entre todos, vía Banco Central Europeo, prestamos el dinero al cero por ciento a los mismos bancos que nos lo prestan a particulares y empresas a unos generosos 8 o 9%, si somos buenos clientes, o al 20 % si usamos el crédito vía tarjeta.
Queda demostrada pues la moraleja de la parábola, crecer al 3 ó al 5% está bien, hacerlo ocupando a 20 millones de activos mejor, que solo a 17 millones, pero lo importante no es por cuantos se produce la riqueza, sino cuanta se consigue entre todos y cómo se reparte.


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