domingo, 26 de febrero de 2017

LOS HIPÓCRITAS



El Ángel Caído


Por Pedro Taracena Gil

Es urgente y sería de higiene democrática denunciar las heridas cerradas en falso que lejos de cicatrizarse, supuran el pus de la hipocresía. Estas heridas provienen del horrendo crimen cometido por la Transición. Sí, este crimen se cometió cuando en 1977 se estableció la Ley de la Amnistía, que dejaba impune nada más y nada menos que el genocidio franquista. Delitos de lesa humanidad cometidos entre el 18 de julio de 1936 y la fecha de entrada en vigor de la mencionada ley española del punto final. Antes de que la Constitución Española fuera promulgada.
La nueva Carta Magna fue escrita al dictado de la Oligarquía que aún perdura. El Ejército se hizo garante de la indisoluble unidad de la Nación de española, manteniendo de facto el maridaje Iglesia-Estado, garantizando la permanencia de la alianza trono-altar y el espíritu del nacionalcatolicismo. Al margen de los ineludibles  y evidentes logros conseguidos por la nueva situación democrática, es preciso descubrir quiénes y dónde se escondieron bajo el disfraz de constitucionalistas, los hipócritas del título de este trabajo.
Estos farsantes hay que buscarlos entre los ingenieros que lograron crear una estructura para que los franquistas venidos de la dictadura y los demócratas que venían del exilio, de las cárceles o de la clandestinidad, establecieran un consenso no escrito para dejar a un lado al Partido Comunista de España. De este modo el PCE se conformó con ser legalizando y Suárez introdujo por la puerta pequeña a la monarquía borbónica, dentro del paquete del referéndum para  la Reforma Política. Eludiendo el debate República Monarquía.
A partir de este momento el bipartidismo ha ejercido un caudillaje epatando al Caudillo de España que lo fue por la Gracia de Dios. Algunas líneas maestras garantizaban el éxito de este perverso caciquismo. Que alternando con el oportunismo nacionalista han hecho causa común para ir marginando poco a poco al pueblo español. Hubieron de pasar cuarenta años para ver las consecuencias de una Constitución atrapada en una sarta de mentiras apuntaladas por embuste muy bien urdidas:

1.       Una ley electoral injusta para beneficiar al bipartidismo PPSOE.
2.      Había que garantizarse la manipulación del Fiscal General del Estado convirtiéndole en Fiscal General del Gobierno.
3.  Para que el Poder Judicial dependa del Gobierno indirectamente, se politizó institucionalmente para que los jueces fueran elegidos según cuotas de representación parlamentaria.
4.      Para protegen la ingeniería financiera de los delitos de la Oligarquía, hay dos varas de medir, los delitos de los pobres y los delitos de guante blanco.
5.      Los indultos es la salida de la que dispone el Gobierno para saldar los  compromisos contraídos con la Oligarquía.
6.      El oligopolio energético comete a diario crímenes con resultado de muerte, producidos por la pobreza energética. Mientras los ministros son acogidos con suma hipocresía en el seno de sus consejos de administración, a través de las vergonzosas puertas giratorias.
7.      La seguridad jurídica solamente tiene que respetar los derechos de los bancos y cajas, en detrimento de los usuarios, contribuyentes y desahuciados.
8.     La corrupción no es una casualidad endémica, es una gangrena sistémica. Los grandes partidos políticos se han convertido en autenticas tramas criminales. Mafias organizadas en concomitancia y connivencia entre servidores públicos y empresarios.
9.      “La indisoluble unidad de la Nación española” y “Las Fuerzas Armadas tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”, constituyen el testamento de Franco: ESPAÑA ES UNA GRANDE Y LIBRE.
10.  España es una Nación de Naciones. Un Estado plurinacional. Negar esta realidad es suicida. Y aplicar el artículo 155 de la Constitución sería una tragedia de dimensiones indeseables.

Con este decálogo en vigor España se acerca a una situación de crímenes legales continuados.
Aquello que Franco dejo atado y bien atado, hay que desatarlo y destruirlo.
Los Medios de Comunicación es España está al servicio del poder. Son auténtico impostores el periodismo.



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